Texto y vídeos: Juan de Lara
Fotografías: Juan de Lara y Dolores de Lara

Los momentos previos y posteriores al choque inaugural entre el Atlético de Madrid y el Málaga C.F. estuvieron cargados de emoción y sorpresas para los espectadores. En los prolegómenos, el rey Felipe VI fue el encargado de descubrir la placa y dar por estrenado el nuevo estadio. Posteriormente, se desplegó un gran mosaico compuesto por cinco banderas que representaban los cinco hogares que han acogido al equipo rojiblanco: Retiro, O’Donnel, Metropolitano, Vicente Calderón y Wanda Metropolitano.
Acto seguido, mientras los asistentes no dejaban de ondear banderas rojiblancas, siete aviones de la Patrulla Águila sobrevolaron el estadio dejando una estela con los colores de la bandera nacional y tres integrantes de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo descendieron como ángeles desde los cielos, cruzando el círculo central de la impresionante cúpula del estadio en paracaídas hasta aterrizar en el césped del estadio: el primero, portaba el balón con el que se jugó el partido; el segundo, el estandarte del Atlético, y el tercero, la bandera de España.
Como último acto previo al choque, se produjo el saque de honor, repartido entre tres colchoneros que, como dijo el comentarista, representaban el pasado, el presente y el futuro del Atlético de Madrid: José Eulogio Gárate se la pasó a Fernando Torres y éste a Hugo, un chico de la Academia del Club.
Tras el pitido inicial por parte del colegiado José María Sánchez Martínez, dio comienzo el partido entre Atlético y Málaga. Fue un partido disputado que parecía abocado a las tablas hasta que en el minuto 61 apareció el francés Antooine Griezmann para rubricar el primer gol oficial del Wanda Metropolitano a pase del argentino Ángel Correa.
Este gol histórico sirvió a la postre para que el otrora equipo de la ribera del Manzanares se llevara la victoria por 1-0 y los tres puntos, lo que supuso el estreno deseado para la parroquia colchonera y su equipo.
Y después del pitido final, la fiesta no terminó para la tribu rojiblanca. El equipo realizó una vuelta de honor y, tras ellos, tuvo lugar un espectacular juego de luces y sonido que envolvió el estadio y los aledaños, desembocando en una sorprendente sucesión de fuegos artíficiales, con la consiguiente traca final.
FLASHES DE LA INAUGURACIÓN
Dolores de Lara, Juan de Lara y Gema Ramírez (IFEMA) y su hijo posando delante del Wanda Metropolitano
Aficionados delante del estadio antes del partido